Samsung necesita que el Galaxy S8 sea un éxito, tras pasar por la debacle del Note 7, que ha perjudicado a la marca, ha resultado en una vergonzosa retirada y que podría costarle a la compañía más de 6.000 millones de dólares. El mayor vendedor de teléfonos inteligentes del mundo ya se encuentra bajo la presión de otros vendedores chinos, mientras que se dice que Apple Inc. estaría planeando introducir pantallas OLED, que son más finas y utilizan menos energía que las pantallas de cristal líquido, a la vez que ofrecen colores más profundos.
Aunque Samsung tiene como objetivo un lanzamiento del S8 en marzo, podría retrasarse hasta abril, según las fuentes. Samsung está implantando procedimientos de pruebas más rígidos, tras el fracaso del Note 7, que podrían posponer el lanzamiento en torno a un mes, comentó una de las fuentes.
«Ya que sus teléfonos han prendido fuego anteriormente, necesitarán tiempo para que se verifique que son seguros. Cómo de seguros resulten los teléfonos va a ser más importante que cualquier innovación de hardware´´, declara Greg Roh, analista en HMC Investment Securities Co. «Tomará uno o dos meses que la gente comience a abrir la cartera», ha comentado.
Samsung ha rehusado a hacer comentarios.
Las acciones de Samsung habían subido en la tarde del pasado jueves un 1 por ciento, a 1.790.000 won al cierre de la Bolsa de Seúl.
Me gusta la forma en la que redactas, muchas gracias, seguiré leyendo tu blog.
Todo realmente bien redactado y también interesante saludos desde Chile